Quiero volver a ser insensible, no quiero tener sentimientos, quiero volver a ser un ser frio y calculador, quiero volver a ser desconfiada y manipuladora, quiero ser «un cacho carne con ojos» – como dice mi madre-, porque desde que soy madre no paro de llorar, soltar baba y kilos y kilos de azucar glass.
Esto de tener sentimientos empezo hace ya más de 20 años cuando conocí al Papá del Minibicho. El Papá es un ser excepcional, y espero que no me lea porque sino se le subirá a la cabeza. Él es inteligente, amable, sincero, pero sobre todo es una buena persona, muy buena persona, y yo no estaba acostumbrada a estas cosas, y el muy «tunante» poco a poco fue atrapandome con esa bondad hasta calarme hasta los huesos y cuando me dí cuenta estaba enamorada de él «hasta las trancas«, así sin darme cuenta, y ese fue el principio del fin.
Durante estos 20 años el Papá del Minibicho ha conseguido que el bicho se apacigüe, se calme un poco, y piense de vez en cuando (no se vaya a engañar nadie) que la mayoría de los seres humanos no hacen las cosas por maldad, sino por pura estudidez, ha ido lijando la capa de acero (no de manteca, soy el gato carateca…me encanta esta frase, jejeje) que me recubria hasta dejarme «medio en pelotas«… pero hay amigas y amigos lo que me ha acabado de dar la «puntilla» es la maternidad, y diran «buahhhh» ya está la loca esta, pero no no, no soy la unica sino miren como andan mi amiga «la de allén de los mares» o la más rubia de las rubias, o mi querida Peineta
Al principio pense que era cosa de las putas hormonas y que encuanto diera a luz, se me pasaría, señores que no he llorado tanto en mi vida como cuando estaba embarazada joder cachis, pero llorar hasta en publico, así de repente, por cualquier cosa.
A lo que iba, yo pensaba que esto se me iba a pasar, pero no, y no piensen que solo «me duele» mi hijo y se me cae la baba con él, no, también «me duelen» los hijos de los demás, sufro por las madres de las que tengo noticias de sus problemas o de los problemas que tienen sus hijos, las lagrimas recorren mi cara en cualquier lugar si leo una noticia o un articulo o un twitt sobre estas cosas.
Creo que esto que siento se llama empatia (sentimiento novedoso en mi), a raudales diria yo, pero como decia no es exclusivo de mi misma, le pasa a la mayoria de las madres, no todas, no voy a mentir, algunas se protegen con una capa de «vivo en mi mundo piruleta» y parece que solo saben hablar de cosas «rosas y bonitas» y de «yo a mi rollo que como a mi no me toca…» y que les trae por el culo, el hambre, las penurias, las degracias o las enfermedades que otras madres o sus hijo o ambos sufren.
Yo antes era así, pero antes no era madre, no entendia el sufrimiento de una madre por sus hijos, vuelvo a decir que las hay con instinto de cocodrilo en lugar de instinto materno, pero son las menos. La mayoría son como yo, nos han quitado la cobertura de acero para darnos una de chocolate que nos ha vuelto a todas medio locas, nos hace babear por cualquier moneria y nos permite luchar como «lobas» por nuestros «cachorros»…y por los de los demás.
Pero sabeís lo que os digo, me gusta destilar almibar, me gusta abrazar a mi peque y besuquearle en plan «babas«, me gusta mirarle cuando está dormido (que guapos se ponen cuando duermen, jejejeje), me gusta hablar con otras mamás de lo listo y lo guapo y lo maravilloso que es mi Minibicho…porque señores, me gusta Ser Mamá.
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